¿Alguna vez has sufrido malestar físico sin causa aparente? Es posible que estuvieras somatizando algún trauma o emoción reprimida. Desafortunadamente, la medicina tradicional occidental aún no contempla el plano emocional a la hora de dictaminar las causas de las enfermedades del cuerpo, y se trata la enfermedad con fármacos sin acabar con el problema de raíz, por lo que no se da una sanación completa.

¿Qué significa somatizar emociones?

Todas las emociones necesitan ser expresadas. El problema se da cuando tenemos emociones reprimidas, que no queremos admitir o que no expresamos pero llevamos por dentro. Suelen ser emociones negativas como el rencor, la envidia, la rabia o el odio. Hay que saber gestionar estas emociones para impedir que vayan calando en el cuerpo y se acaben manifestando en forma de enfermedades somáticas. En el caso de la rabia, por ejemplo, no se trata de explotar con rabia pero sí de gestionar esa rabia y no permitir que se quede dentro y vaya calando en nosotros. Esa emoción atrapada necesita expresarse o gestionarse, y si la ignoramos acabará manifestándose a través del cuerpo en forma de enfermedad psicosomática.

El cuerpo habla cuando la boca calla

No debemos ver a nuestro cuerpo cómo un enemigo inoportuno que nos fastidia y nos incomoda. Al contrario, nuestro cuerpo es un gran canal de información de nuestro subconsciente. A través de la observación del cuerpo, podemos tener mucha información sobre lo que está pasando en nuestro plano emocional y del alma. La palabra somática tiene raíces latinas, donde “soma” significa “cuerpo vivo”. Así, debemos ver el cuerpo como una valiosa guía que nos indica que algo no va bien emocionalmente y nos insta a hacer cambios de hábitos en nuestra vida.

El Dr. Edward Bach, conocido por ser el creador de la terapia floral con Flores de Bach, hoy en día una terapia alternativa muy popularizada, basó todos sus estudios para las flores de Bach en la premisa de que los problemas emocionales son la causa de toda dolencia física.

En la medicina oriental, y especialmente la medicina tradicional china, también está muy extendida la creencia de que mente y cuerpo son uno y se influyen mútuamente, y que hay que tratar la salud de una manera holística, teniendo en cuenta todas sus vertientes.

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Toda emoción atrapada impacta en nuestro sistema nervioso autónomo y, lejos de disolverse con el tiempo, se acaba somatizando en forma de dolencias digestivas, hormonales, dolores de cabeza, alergias…

Veamos ahora algunas de las dolencias más típicas y sus posibles causas, si bien cada caso es único y el diagnóstico siempre debe de ser personalizado:

· Dolor de cabeza

El estrés o la ansiedad encuentran su punto de escape en la cabeza. Incluso la depresión puede somatizarse de esta forma. El dolor de cabeza indica un momento presente en el que no nos sentimos a gusto.

El otro día hablando en un directo desde mi perfil de Instagram con Ferran Cases, experto en ansiedad, nos confirmaba la estrecha relación entre cuerpo y emociones, y como se influyen directamente el uno al otro. La mejor forma para empezar a calmar los síntomas de la ansiedad, decía, es aprender a respirar bien. Mens sana in corpore sano, como reza la famosa cita latina.

· Dolor de garganta

El dolor de garganta puede ser debido a cosas que no estás expresando, pensamientos reprimidos que entierras dentro de ti, cuando deberías liberarlos. Ya sea por miedo a quedar mal, por miedo a la reacción del otro o por una falta de asertividad que te impide poner límites, te estás quedando con cosas por decir.

La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma. (Bach)

· Dolor de espalda

David Ponce, osteópata, fisioterapeuta y autor del libro El dolor de espalda y las emociones, nos explica la somatización de las emociones en la espalda: La zona superior del organismo, trapecios y hombros, es donde se agregan tensiones relacionadas con la ansiedad y el estrés. Las molestias en los dorsales se asocian con la parte más emocional (relacionado con la familia, o la afectividad). Las contracturas lumbares las asociamos al miedo y a la sexualidad.

· Dolor de barriga

Somatización barriga dolor de estómago

El dolor en el estómago con ardor indica no aceptación, un recelo o enfado por la forma en la que una situación o persona te está tratando. Es momento de dejar ir, suelta la necesidad de cambiar lo que no puedes controlar, porque la única perjudicada eres tú.

· Malestar en los órganos sexuales

Estas molestias pueden indicar un problema en la relación de pareja o la relación con uno mismo, siempre en clave de valoración y respeto. Pueden indicarnos dolor emocional por una infidelidad, por malos tratos o, en la relación con uno mismo, poca valoración y autoestima. Las sensaciones de abandono o desamparo se manifiestan aquí.

¿Cómo sanar enfermedades psicosomáticas?

Las enfermedades del cuerpo producidas por desajustes emocionales pueden tratarse desde dos vertientes opuestas pero complementarias: desde la mente, o desde el cuerpo. Idealmente, se deben abordar las dos vías a la vez.

La terapia psicológica se enfoca en nuestra mente para ver qué traumas estamos acarreando y, una vez identificados, poder tratarlos para superarlos. Terapias como la gestalt, el psicoanálisis o incluso las constelaciones familiares pueden ayudarnos a desenterrar y tratar traumas.

La terapia somática, al contrario que la terapia cognitiva, trata de sanar traumas a través del cuerpo. Se trata el cuerpo físico para poder sanar el plano emocional, a través del movimiento, la toma de consciencia del propio cuerpo o ejercicios con la voz. Aquí entrarían terapias como el yoga, los pranayamas o ejercicios respiratorios, la danza, la aromaterapia, el reiki o la acupuntura. Cómo hemos visto más arriba, Ferran Cases, anxiety trainer, asegura que el primer paso para la curación es saber respirar bien: influir sobre la mente a través del cuerpo.

Si quieres descargarte mi meditación de exploración del cuerpo puedes hacerlo aquí.

Debemos tener en cuenta que es imposible la completa curación de una persona si no se tratan el cuerpo y la mente como una unidad, pues los dos se influyen mútuamente. La mejora de uno de los dos mejorará indudablemente al otro.


Una vez más, cómo ya hice en el artículo de afirmaciones positivas, me veo en la obligación de hablar de los libros de Louise Hay. Louise padeció un cáncer que consiguió superar sin ayuda médica, mediante las afirmaciones positivas y la gestión de las emociones reprimidas. Su caso es especialmente duro, se le diagnosticó un cáncer cervical “incurable”, que ella atribuyó al resentimiento que tenía hacia las personas que habían abusado de ella en su infancia, especialmente su padrastro y un vecino. Después de practicar el perdón y llegar a sentir compasión por esas personas que tanto daño le hicieron, Louise sanó milagrosamente. Su experiencia demuestra la somatización en los órganos sexuales tal como la hemos descrito anteriormente.

Toda enfermedad proviene de una falta de amor. (Louise Hay)

Después de esta experiencia escribió varios libros sobre la relación entre cuerpo y mente, y cómo sanar el cuerpo sanando las emociones. Te quiero recomendar estos dos:

Las emociones de la sanación

Hay algo que siempre digo y es que al único al que perjudican tus sentimientos negativos hacia otra persona es a ti mismo. La persona a la que odias puede que ni siquiera lo sepa, pero ese odio te carcome a ti por dentro, y puede llegar a producirte desde molestias leves hasta un cáncer severo. Cuida de tus emociones, alberga en tu interior tan sólo aquellas emociones positivas que te hacen vibrar alto en el amor y en la compasión. Esas son las emociones de la sanación. Las emociones negativas, en especial el rencor, no saber perdonar, son muy nocivas y enferman al cuerpo. Por ti, por tu salud física, cuida de tu salud emocional.